Existe un dicho, que dice así: “La depresión es un exceso de pasado, la ansiedad un exceso de futuro, vivir el presente es vivir en paz”. Obviamente, no lo podemos tomar como dogma, pero tiene cierta parte de razón.
Entonces, ¿cómo vivir el presente?, no nos lo pone sencillo el momento histórico en el que nos encontramos, donde el “frenetismo” y la “deslocalización” aparecen como dos factores de tanto peso.
Pensemos un poco en el día a día. Cientos de contactos diarios con personas que ni siquiera tenemos delante (whatsapp, llamadas, emails, videoconferencias…), decisiones sobre problemas que pertenecen a otro momento… Al final, la experiencia del ahora queda relegada a un segundo plano, nuestra mente, está en tantos sitios a la vez, y tan pocas veces “aquí y ahora”.
¿qué podemos hacer?
Incorporar actividades en nuestro día a día, que nos exijan un estado de atención sobre el momento, como podrían ser:
- Mindfulness
- Entrenamiento (deportes en general, colectivos o individuales)
- Yoga, pilates, tai-chi
- Música (tocar un instrumento, bailar…)
- …
Un ejercicio práctico para el día a día: La Cámara Lenta
Desde la psicología, ofrecemos multitud de herramientas para “domesticar la línea temporal”, una de ellas es la “cámara lenta”.
- Consiste en dedicar un tiempo en realizar algo, a cámara lenta.
- Durante unos segundos, o unos pocos minutos, varias veces al día, durante varios días.
(Por ejemplo, podemos desmontar y montar un boli, o sacar y meter todo lo que tenemos en el bolso).
Durante ese momento, trataremos de experimentar todas las diferentes sensaciones sensitivas que nos produce esa acción:
- Visualmente, nos fijaremos en:
- pequeños detalles del boli, aristas, logotipos, diferentes brillos o diferencias de color, pequeñas imperfecciones provocadas por el desgaste, piezas que lo componen, etc.
- Táctilmente:
- diferentes temperaturas en base a los materiales que posee, asperezas, desgastes, texturas…
- Olfativamente:
- Quizá un boli no sea especialmente indicado, aunque seguro que la tinta posee un olor característico.
- Gustativamente:
- Definitivamente, no recomiendo saborear un boli, menos todavía si se trata de uno de una sucursal bancaria… pero siempre podemos hacer este ejercicio saboreando algún trocito de comida deliciosa.
- Auditivamente:
- Podemos darle pequeños golpecitos y observar los diferentes sonidos que produce, en función de los materiales por los que está compuesto.
- Lo desmontamos, lo montamos, observamos los mecanismos (¡esperando que no nos sobren piezas al final!)
Recuerda: el objetivo es ocupar la mente de tal manera, que le sea difícil evadirse a otros momentos del espacio tiempo, re-acostumbrarla, a experimentar el presente, para, como decía al principio, vivir en paz.